🏃‍♂️ Día 1 – Trotar al amanecer: el ritual que transforma cuerpo y mente Por: Efraín Brito – Cronista de “Trotar es Vida” El trote no es solo un ejercicio: es un diálogo entre el cuerpo, la respiración y el amanecer. Cuando los primeros rayos de luz tocan el pavimento y el aire aún guarda la frescura de la noche, el corredor inicia una conversación silenciosa con su propio ritmo interior. No se trata de competir, sino de conectar. Trotar al amanecer despierta el metabolismo, mejora la circulación y activa la mente antes de que el ruido del día nos alcance. Los estudios del Journal of Sports Medicine demuestran que quienes trotan entre las 5 a.m. y 7 a.m. experimentan una mayor liberación de endorfinas y mantienen mejor control del estrés. 💡 Consejo Keto del Día Antes del trote, una taza de café negro con una cucharada de aceite MCT puede potenciar la quema de grasa y la claridad mental. En dieta cetogénica, trotar en ayunas acelera la conversión de grasa en energía —sin perder masa muscular—, siempre que se mantenga una buena hidratación y un descanso adecuado. 🔥 Ayuno y rendimiento El ayuno intermitente (de 14 a 16 horas) combinado con trotes suaves de 30–45 minutos ayuda al cuerpo a optimizar la oxidación de grasa. No se trata de no comer, sino de enseñar al cuerpo cuándo comer. Después del trote, romper el ayuno con proteína magra y grasas saludables (como aguacate o huevos) mejora la recuperación y estabiliza el azúcar en sangre. 🧠 Conclusión Cada paso al amanecer es una inversión en bienestar. Trotar no solo fortalece los músculos, sino también la voluntad. En un mundo acelerado, este ritual matutino es un recordatorio de que el cuerpo fue hecho para moverse, y el alma, para avanzar.

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